Capítulo 1: A la deriva
En un mundo donde todos eran capaces de controlar diferentes elementos y substancias, desde los volcanes que estaban llenos de gente capaces de aguantar las altas temperaturas, hasta gente capaz de vivir en los lugares más gélidos. En este alocado lugar, existían regiones pobladas en absolutamente todos lados, había un chico con ganas de vivir una aventura. En este para ser capaz de controlar un elemento, primero tenias que hacer diferentes entrenamientos para ver cual era el tuyo, cada uno de esos elementos tenían entrenamientos muy específicos.
Esta aventura empieza con un chico llamado Enel, él sabía que dependiendo de donde naciera sería capaz de controlar más probablemente un cierto elemento u otro, pero en el pueblo de donde venía no había ningún elemento que sobresaliera, así que decidió emprender un viaje a las islas donde podria realizar las pruebas elementales, primero decidió visitar la aldea de ceniza, donde en su mayoría reside gente capaz de controlar el fuego. Enel se encontraba en mitad del mar sin saber a dónde debía dirigirse, entonces pensó que necesitaba a alguien con quien viajar, así que decidió buscar una persona por cada elemento que hubiera, pudiendo tener así el equipo más fuerte jamás visto, pero seguía teniendo un problema, y es que estaba vagando a la deriva sin un rumbo fijo. Llevaba ya tres días pasando hambre y sin saber si iba a sobrevivir, a Enel se le estaban cerrando los ojos, sin ninguna esperanza decidió simplemente esperar hasta su muerte, pero le pareció ver una sombra antes de cerrar los ojos…